Crisis En La Alabanza
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Jn. 4: 23
La Escritura nos muestra que Dios esta en búsqueda de algo en la tierra – adoradores. No es cualquier adorador el que El busca. El fervientemente busca verdaderos adoradores. Jesús le declaro claramente a la mujer junto al poso de Jacob cuales son las pruebas de una verdadero adorador. Es aquel que lo hace en espíritu y en verdad.
Ha surgido una crisis en los últimos años de la historia eclesiástica. La disyuntiva en la Iglesia Universal reside en no saber que o quien se está adorando. (Juan 4: 22) “¿Cómo puede ser esto si toda Iglesia cristiana adora a Dios con sinceridad? ¿Acaso no es suficiente el ser sincero?”, tal vez se pregunte usted. Caín se dio cuenta que la sinceridad no es suficiente para que el Creador vea con agrado nuestro vida y sacrificio. Tiene que ser ofrecido por fe. (Genesis 4:5; Hebreos 11:4) En otras palabras, debe ser ofrecido de acuerdo a sus caminos y designios para que El lo vea con agrado. El acercarnos a Dios de cualquier otra forma nos lleva a desviarnos de sus propósitos como lo experimento el pueblo de Israel en el desierto en Exodo 32. Así como sucedió en el desierto, la Iglesia se encuentra de nuevo alrededor de un altar diciendo, “Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.” Tristemente muchos imitan la declaración que hizo Aarón ante el altar del becerro de fundición, “…será fiesta para Jehová.” La Biblia dice que cuando Moisés descendió del Monte Sinaí el oyó “voz de cantar”. Ellos pensaban estar adorando a Dios cuando Dios claramente no estaba en el asunto. En aquel tiempo el pueblo de Israel estaba mezclando dos conceptos que son totalmente opuestos, el paganismo de Egipto y la adoración y sacrificios para Jehová. El pueblo de Israel en el desierto, así como la mujer samaritana, no sabía que adoraba. Lo cierto es que Dios no estaba aceptando la adoración de su “fiesta”. Ahora en día hay muchas “fiestas espirituales” en la Iglesia moderna. Se han mezclado dos cosas que nunca deben mezclarse – la música de Egipto (el mundo) y la adoración a Jehová. Consecuentemente, uno de los rasgos de esta alabanza errada es el uso de la música contemporánea que para Dios no constituye un sacrificio aceptable.
Años después el pueblo de Israel cayo en el mismo error cuando estaban en cautiverio bajo Babilonia. Una vez mas no sabían lo que adoraban al “oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música…” y solo un pequeño remanente de jóvenes entendidos escogieron no doblar sus rodillas. Nuestro deseo y visión es llegar a ser parte de ese grupo a quien Dios encuentra adorando en espíritu y verdad en estos días. EL Espíritu de Dios proclama en el libro de Jeremías 6: 16 “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.” Las sendas antiguas son MUY ajenas a los métodos modernos y humanos que una gran parte de la Iglesia ha empleado para atraer a las masas. Se intercambiado la santidad por el excito por la santidad y las emociones por un encuentro genuino con Dios. Esta es una razón por la cual escasean “verdaderos adoradores” sobre la tierra. La Escritura nos muestra que Dios declaro desde los tiempos antiguos cual es la senda que nos llevara a SU presencia. Su camino es un camino de santidad. (Isaias 35: 8) El fruto de esas sendas antiguas es evidenciado por encuentros genuinos que cambian la vida mediante el mover del Espiritu de Dios.
Hechos 15: 16-18 “Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.”
La Escritura nos muestra con claridad cual es el patrón Bíblico para buscar a Dios. Es el patrón que encontramos en la vida de un adorador llamado David. El Señor llevara acabo el cumplimiento de esta profecía a su totalidad en estos tiempos. David conocía la presencia de Dios porque el aprendió a ministrarle “en los campos del bosque.” (Sal. 132: 6) Su misma vida llego a ser la morada de Dios. El Señor Jesús invita a todo creyente a llegar a ser parte de esa compañía de personas que han entrado en una relación de amor con Cristo, la cual está basada en una vida recta y es expresada por medio de la oración y la alabanza. Este es el real sacerdocio que Dios usa para proclamar el camino que saca al hombre de las tinieblas a Su luz admirable.
“Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” I Ped. 2: 5
Las claves para ser parte de ese sacerdocio las encontramos en los Salmos que David y otros amantes de la presencia de Dios recibieron por inspiración del Espíritu Santo. Puede leer mas acerca de este tema en la sección titulada: “Los Elementos de Una Alabanza Biblica”.
En estos días finales antes de Su venida, Dios esta buscando a un pueblo con la misma valentía y celo que tuvieron los jóvenes Hebreos que escogieron sufrir la perdida de todo antes de perder el favor de Dios sobre sus vidas. Que el Señor de Gloria encuentre a tales en nosotros.
AMEN.
Ha surgido una crisis en los últimos años de la historia eclesiástica. La disyuntiva en la Iglesia Universal reside en no saber que o quien se está adorando. (Juan 4: 22) “¿Cómo puede ser esto si toda Iglesia cristiana adora a Dios con sinceridad? ¿Acaso no es suficiente el ser sincero?”, tal vez se pregunte usted. Caín se dio cuenta que la sinceridad no es suficiente para que el Creador vea con agrado nuestro vida y sacrificio. Tiene que ser ofrecido por fe. (Genesis 4:5; Hebreos 11:4) En otras palabras, debe ser ofrecido de acuerdo a sus caminos y designios para que El lo vea con agrado. El acercarnos a Dios de cualquier otra forma nos lleva a desviarnos de sus propósitos como lo experimento el pueblo de Israel en el desierto en Exodo 32. Así como sucedió en el desierto, la Iglesia se encuentra de nuevo alrededor de un altar diciendo, “Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.” Tristemente muchos imitan la declaración que hizo Aarón ante el altar del becerro de fundición, “…será fiesta para Jehová.” La Biblia dice que cuando Moisés descendió del Monte Sinaí el oyó “voz de cantar”. Ellos pensaban estar adorando a Dios cuando Dios claramente no estaba en el asunto. En aquel tiempo el pueblo de Israel estaba mezclando dos conceptos que son totalmente opuestos, el paganismo de Egipto y la adoración y sacrificios para Jehová. El pueblo de Israel en el desierto, así como la mujer samaritana, no sabía que adoraba. Lo cierto es que Dios no estaba aceptando la adoración de su “fiesta”. Ahora en día hay muchas “fiestas espirituales” en la Iglesia moderna. Se han mezclado dos cosas que nunca deben mezclarse – la música de Egipto (el mundo) y la adoración a Jehová. Consecuentemente, uno de los rasgos de esta alabanza errada es el uso de la música contemporánea que para Dios no constituye un sacrificio aceptable.
Años después el pueblo de Israel cayo en el mismo error cuando estaban en cautiverio bajo Babilonia. Una vez mas no sabían lo que adoraban al “oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música…” y solo un pequeño remanente de jóvenes entendidos escogieron no doblar sus rodillas. Nuestro deseo y visión es llegar a ser parte de ese grupo a quien Dios encuentra adorando en espíritu y verdad en estos días. EL Espíritu de Dios proclama en el libro de Jeremías 6: 16 “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.” Las sendas antiguas son MUY ajenas a los métodos modernos y humanos que una gran parte de la Iglesia ha empleado para atraer a las masas. Se intercambiado la santidad por el excito por la santidad y las emociones por un encuentro genuino con Dios. Esta es una razón por la cual escasean “verdaderos adoradores” sobre la tierra. La Escritura nos muestra que Dios declaro desde los tiempos antiguos cual es la senda que nos llevara a SU presencia. Su camino es un camino de santidad. (Isaias 35: 8) El fruto de esas sendas antiguas es evidenciado por encuentros genuinos que cambian la vida mediante el mover del Espiritu de Dios.
Hechos 15: 16-18 “Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.”
La Escritura nos muestra con claridad cual es el patrón Bíblico para buscar a Dios. Es el patrón que encontramos en la vida de un adorador llamado David. El Señor llevara acabo el cumplimiento de esta profecía a su totalidad en estos tiempos. David conocía la presencia de Dios porque el aprendió a ministrarle “en los campos del bosque.” (Sal. 132: 6) Su misma vida llego a ser la morada de Dios. El Señor Jesús invita a todo creyente a llegar a ser parte de esa compañía de personas que han entrado en una relación de amor con Cristo, la cual está basada en una vida recta y es expresada por medio de la oración y la alabanza. Este es el real sacerdocio que Dios usa para proclamar el camino que saca al hombre de las tinieblas a Su luz admirable.
“Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” I Ped. 2: 5
Las claves para ser parte de ese sacerdocio las encontramos en los Salmos que David y otros amantes de la presencia de Dios recibieron por inspiración del Espíritu Santo. Puede leer mas acerca de este tema en la sección titulada: “Los Elementos de Una Alabanza Biblica”.
En estos días finales antes de Su venida, Dios esta buscando a un pueblo con la misma valentía y celo que tuvieron los jóvenes Hebreos que escogieron sufrir la perdida de todo antes de perder el favor de Dios sobre sus vidas. Que el Señor de Gloria encuentre a tales en nosotros.
AMEN.